lunes, 7 de enero de 2013


LAS DOS SIMIENTES

El capitulo uno de Mateo nos hace una recapitulación de las 42 generaciones que tuvieron que pasar para el cumplimiento de las profecías referentes al nacimiento sobrenatural de Cristo.
Gen 22:18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz. 


Mateo 1:1 Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos... Mat 1:16 y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.

LA SIMIENTE DE LA TIERRA

Si analizamos detenidamente podremos notar que para el desarrollo de las 42 generaciones establecidas, fue necesario que cada varon depositara su semilla o simiente (semen) en su mujer, para el nacimiento de aquel que seguiría con dicha descendencia hasta Cristo.
Antes de José, todas las semillas dieron como resultado hombres imperfectos, incapaces de producir vida, luz y redención a la humanidad.

LA SIMIENTE DEL REINO

Otro aspecto interesante que podemos notar en dicha genealogía, es que José no tuvo que vertir su semilla humana para el cumplimiento de la profecía acerca del nacimiento de Cristo, y de igual forma es contado entre la descendencia mesiánica.
UN MISTERIO
Aquí hay un misterio, ya que para el nacimiento del mesías solo bastó la semilla del reino puesta de forma sobrenatural por el Espíritu Santo en María.

EL FRUTO DE NUESTRA SEMILLA

Mateo 7:16 "Por sus frutos los conocerán"
En cada Cristiano existe la capacidad de generar una semilla humana (La carne) o una espiritual.
Mateo 26:41... el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

LA SIMIENTE DE LA CARNE

La semilla que sale de nuestra carne, es aquella producida por nuestra naturaleza adámica que aún está en nosotros de forma temporal, y que debe estar sujeta al Espíritu. Ejemplo: El temor, las limitaciones humanas, la rebeldía, el odio, el hablar mal, el chisme, la incredulidad, el orgullo, la mentira... Esta semilla trae como fruto muerte y condenación.


CRISTO LA SEMILLA DEL ESPIRITU

En la parábola del sembrador Dios revela que la semilla del Reino es la palabra. Cristo es la palabra (verbo) hecha carne; lo que nos deja claro que la semilla que debe salir de nuestro espíritu es Jesús, a quien por fé recibimos. Entonces cada vez que pensamos, hablamos y actuamos como El, nuestra simiente dará como fruto vida y luz al mundo.


JOSÉ MARCÓ DIFERENCIA

A diferencia de los demás hombres que hacen parte de la genealogía del mesias, Dios hizo renunciar a José a vertir su simiente carnal para que el mundo pudiera ver la luz, a través de la semilla del reino (Cristo) sembrada por el Espíritu Santo.
Dios nos insta hoy a seguir el ejemplo de José, para que nuestras acciones y palabras sean semillas que produzcan la vida de Cristo en nuestro mundo. Renunciemos a vertir nuestras pasiones, deseos y limitaciones humanas como semillas que frustran nuestro llamado, y dañan a otros.

Nuestra vida y ministerio es el fruto de la semilla que estamos sembrando, en nuestras vidas y en la de los demás.


QUE CLASE DE SEMILLA ESTOY REGANDO?

Responde en tu interior las siguientes preguntas, y el mismo Espiritu Santo te hará saber, si la semilla que estás sembrando está produciendo maldición o vida.

Estoy viviendo una vida sobrenatural? 

Perdono a quien me ataca? 

Amo a mi enemigo? 

Honro a mis padres?

Me sujeto a las autoridades terrenales? 

Mi ministerio crece?

Me parezco a Cristo?, gano almas parael Reino?

Mis discipulos se parecen a Cristo?

Ejerzo autoridad sobre el pecado o el pecado me domina?

Satanás tiembla ante mí o yo tiemblo ante él?

Mi familia me ve como un ejemplo?

Soy prospero en todas las áreas de mi vida?

Me creo superior a otros?

Mis finanzas son el reflejo del Reino?

En ocasiones miento?


1 Juan 2:6 El que dice que está en él, debe andar como él anduvo.

Posted by ALI YABER On 8:04 No comments

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